Doy gracias a todos los seres de luz que me acompañan y me guían en este viaje de la vida, agradezco su presencia y ayuda, a veces visible, a veces invisible, siempre presente.
Honro y reconozco la luz que soy, la luz que me guía.
Me hago consciente y presente a cada instante de la presencia de la luz, en mi alma, en mi vida.
Hoy decido reconocer que soy un hijo amado de la vida.
Le abro la puerta de mi corazón al ser de luz que soy y lo recibo con amor.
Mi corazón es el hogar de mi alma, mi cuerpo el altar de mi existencia. Recibo el amor que soy.
Y así es.
Oración Canalizada por Natividad Martín desde los Registros Akashicos.