Reír mejora el cerebro, fortalece el corazón y previene enfermedades. Las personas alegres no sólo sobrellevan mejor la adversidad sino también tienen una salud más fuerte.
Hoy hablamos de cómo la risa libera dopamina. La serototina y la dopamina son dos protagonistas de la felicidad.
El sentido del humor no sólo nos alegra la existencia y hace más llevaderas las adversidades, sino que a largo plazo termina modificando nuestro cerebro de forma positiva, además de convertirse en un eficaz recurso para fortalecer el corazón y protegernos de algunas enfermedades.
Según la profesora de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Navarra, Natalia López Moratalla, al escuchar un chiste, el cerebro procesa el lenguaje y, cuando la historia toma un giro absurdo, la “central de errores“, situada entre los dos hemisferios, detecta la equivocación y sincroniza lo lógico y lo ilógico de la narración”.Al detectar el error, el cerebro obtiene una “recompensa” a través de la liberación de dopamina, una hormona que genera una sensación de regocijo que se termina somatizando en una carcajada que, a su vez, fortalece el corazón y genera respuestas somáticas (corporales) saludables.
Según López Moratalla, el mecanismo cerebral del humor es muy complejo e innato en el ser humano y “se expresa de igual forma en todas las culturas, en todas las edades. La risa significa alegría y felicidad universalmente”.
Beneficios de las carcajadas
“La risa es convivencia” porque “las personas que nos hacen reír nos hacen felices, no tanto porque nos hacen pasar un buen rato, sino porque cuando nos reímos, aunque las cosas estén muy negras, todo se relativiza un poco y eso fortalece mucho el cuerpo también”
“Las personas que contrarrestan el estrés con el humor tienen un sistema inmunitario sano; padecen un 40 por ciento menos de infartos de miocardio o apoplejías, sufren menos dolores en los tratamientos dentales y viven cuatro años y medio más”, explican los expertos.
Una sonrisa sienta bien
El sistema inmunológico también mejora con las sonrisas, las cuales asimismo pueden ayudar a frenar las enfermedades cardíacas. Este efecto saludable se debe a que sonreír estimula la producción de las beta-endorfinas, unas sustancias que actúan como neurotransmisores cerebrales y son consideradas como la morfina natural del organismo, dado su efecto analgésico sobre las respuestas del sistema nervioso al dolor, además de ayudar a regular el sistema inmunológico.
Hasta la “pre-sonrisa” es positiva. Según los estudios con sólo anunciar a los participantes de una investigación sobre el efecto de la sonrisa que verían un vídeo de humor, en la sangre de los participantes aumentaba en un 27 % la cantidad de beta-endorfinas y en un 87 % otras hormonas relacionadas con el crecimiento, comparado con otros integrantes del grupo a los que no se les anunciaba nada.
Comparto aquí el vídeo : «El cerebro feliz: la risa y el sentido del humor.» Proyecto divulgativo de la Universidad de Navarra, para analizar, resumir y comunicar qué dice la ciencia sobre el cerebro.
Fuente: MARÍA RIVERA DE LA PLAZA