Meditar Riendo

Meditar es la capacidad de estar presente en el momento presente.

De todo  lo que conozco, de todo lo que he experimentado, Reír es la forma más efectiva de alcanzar ese estado.

Durante la risa, resulta totalmente imposible pensar en nada, siendo totalmente inevitable abandonarse, el cuerpo ríe, y la persona ríe en el.

La Risa es presente en estado puro.

Vivimos en una sociedad enferma de seriedad. Nos tomamos la Vida, la meditación y a nosotros mismos demasiado en serio; esto nos aleja de nuestra verdad, de nosotros mismos y de nuestra autenticidad.

La risa es intrínseca a nuestra naturaleza humana y una de las cualidades que nos distingue como humanos.

Reír es signo de inteligencia, de sabiduría, es la mejor moneda de cambio, es la mejor forma de resolver cualquier situación.

Cuando las personas reímos juntas nos sentimos más solidarias, más comprensivas.

En palabras del gran místico Osho “A no ser que la meditación te traiga más risa, más alegría, más espontaneidad, evítala. Si no ocurre así, entonces no es para tí.“

Comparto plenamente su pensamiento, y me parece su sugerencia una gran guía a la hora de elegir que técnicas incorporamos en la búsqueda de nuestro bienestar.

Al igual que la respiración es una función del cuerpo que podemos utilizar a voluntad, para aportarnos beneficios saludables, también lo es la risa.

Algunos de los beneficios que podemos obtener mientras meditamos riendo son:

  • Vacío mental. Es imposible pensar mientras estemos riendo.
  • Limpieza pulmonar. Al reír vaciamos plenamente los pulmones, permitiéndonos llenarlos de aire nuevo y renovado.
  • Relajación física.
  • Liberación emocional. A través de la risa podemos darnos permiso para soltar rabia y frustración de forma sencilla y positiva.
  • Autoestima.
  • Desarrolla la Empatía, la Resilencia, la Asertividad. FernLas formas de practicar la Meditación Riendo o Meditación de la Risa son muy variadas.

Sin embargo en este artículo quiero sugerir una muy sencilla, para practicar de forma individual.

Recientemente he compartido en este blog la técnica de la meditación de un minuto, mi sugerencia es que tras practicar esta técnica practiques otro minuto de risa.

Las primeras veces, resultará muy extraño, pues la propuesta es comenzar  a reírse sin más, cronometrar un minuto, y ejercitar la risa, durante ese tiempo. Haz el sonido de la risa, de cualquier manera, pero no pares, sigue y sigue riendo, tu reto es reír o hacer como que ríes durante un minuto, … y ¡observa!

Natividad Martín Fernández