Tu sonrisa genera dividendos

Muchas  personas perciben intuitivamente que en la vida las cosas más sencillas son las más importantes, o, si lo prefiere, que las cosas más importantes en la vida resulta que son las más simples. Ese es un descubrimiento muy profundo. ¿Qué es más importante para nosotros, por ejemplo, que respirar?  Sin embargo, rara vez nos detenemos a pensar en eso. El aire fresco  no cuesta un centavo, pero si nos falta, morimos en unos minutos.

Otra cosa sencilla pero de gran importancia es una sonrisa. Una sonrisa no cuesta dinero, ni tiempo, ni esfuerzo, pero literalmente es cierto que puede ser de importancia capital en la vida. Una sonrisa ejerce un efecto  sobre todo el cuerpo, desde la piel hasta el esqueleto abarcando todos los vasos sanguíneos, los nervios y los músculos. Afecta el funcionamiento de cada órgano. Ejerce una influencia sobre toda glándula. Repito – y esto es literalmente cierto – no se puede sonreír sin que todo el organismo se afecte favorablemente. Es más: una sonrisa relaja a menudo una gran cantidad de músculos y cuando sonreír se convierte en un hábito, se puede ver fácilmente cómo se incrementa el efecto. Las sonrisas siempre rinden buenos dividendos. El efecto de una sonrisa en otras personas no es menos notable. Desarma las sospechas, esfume el miedo y la ira, y saca a la luz las mejores cualidades de la otra persona, cualidades que inmediatamente influyen en usted. Una sonrisa es al contacto personal  lo que el aceite a la maquinaria y ningún ingeniero inteligente descuidan la lubricación.

Emmet Fox

 

La Sonrisa Eterna

Hay tres tipos de sonrisas.

La primera es aquella que depende de la actividad mental. Esta sonrisa surge de acuerdo a la vibración de cada pensamiento. Pensamientos negativos o de baja frecuencia generan emociones negativas; pensamientos positivos o de alta frecuencia generan emociones positivas y aparente felicidad en el rostro. Puede recordarse algo bonito o anticiparse algo bonito, pero de cualquiera de las dos formas, no es más que una respuesta condicionada a un pensamiento.

La segunda surge tras una experiencia agradable. Puede ser un viaje, enamorarse, obtener bienes materiales, mirar el amanecer a orillas del mar, recibir un abrazo o una buena noticia. Si bien tiene un nivel de realidad mayor, aún depende de factores externos, sean éstos psicológicos, físicos o emocionales. En el momento en que la droga de las experiencias mundanas desaparece, se lleva con ella toda alegría. Por lo tanto, uno comprende que esa sonrisa tampoco era real.

Y la tercera es la sonrisa del alma. Es la única auténtica; pues es la única que no depende de nada. Surge tras abandonar a voluntad la mente descendiendo al corazón y luego comulgar con él hasta llegar al Ser.
Aquel que logra dicho estado, se transforma en un auto generador de felicidad. Yo no necesita pensamientos agradables ni visualizaciones; no necesita experiencias sensoriales ni amor para sentir felicidad alguna. Él mismo lleva la felicidad al mundo pues ha renunciado a encontrarla en él. Es un rayo de luz en la oscuridad; un delicioso perfume de rosa en un cementerio seco y sombrío.

Desciende día tras día al corazón hasta encontrar el silencio y la dicha del alma. Encuentra la sonrisa divina a través de la meditación profunda y sé eternamente feliz.

Fuente: Lic. Fernán Makaroff

El poder de una sonrisa

Si colocamos a una cría de mono enfrente de dos humanos que no conoce, uno que le sonríe y otro que no, el animal se irá siempre con el primero. Motivo: la sonrisa es el pegamento social. Sonreír nos acerca al resto de personas (y al resto de los mamíferos, podemos añadir). Evidentemente, estamos hablando de sonrisas genuinas, no las artificiales que se saben que no son sinceras y que también percibimos. Ahora bien, la ciencia está descubriendo que la sonrisa tiene muchas más ventajas de las que podíamos imaginarnos a priori. Ron Gutman, como experto en sonrisas, puede ayudarnos en descubrirlas. Ron lleva años estudiando de cerca el fenómeno y recopilando estudios sobre sonrisas. Junto a él, la científica LaFrance y Dr. Niedenthal y su equipo están revolucionando la ciencia con sus estudios sobre sonrisas. Veamos algunas de las conclusiones más importantes:

  • Dime cómo es tu sonrisa y te diré cuánto vivirás.

Investigadores de la Wayne State University examinaron en 2010 fichas con fotografías de jugadores de baloncesto que procedían de las mayores ligas estadounidenses previas a los años cincuenta. Examinaron los datos vitales de cada jugador tratando de ligarlos a la longevidad de cada uno y encontraron que  la envergadura de la sonría predecía la longevidad del jugador. Aquellos jugadores que no sonreían en las fotos vivían una media de 72,9 años, mientras que los jugadores que mostraban amplias sonrisas en las fotografías vivían una media de 80 años. La conclusión del estudio no significa que sea cierta la ecuación de sonreír = longevidad. Cuando una persona es risueña, actúan otras emociones de fondo que ayudan a que aumente nuestra esperanza de vida.

  • La sonrisa es universal: aquí y en las tribus, sonreímos a menudo.

Paul Ekman, el mayor investigador de la historia de expresiones faciales, publicó en 1980 un libro con diversos estudios sobre expresiones faciales en tribus de Nueva Guinea. Elkman, con su espíritu curioso, se interesó por la tribu Fore, debido a que se encontraba completamente desconectada de la cultura Occidental (y que además era conocida por sus rituales caníbales… de esto último aspecto Ekman no habló) y encontró que los miembros de la tribu sonreían en las mismas situaciones que lo hacemos en Occidente: es decir, que todos sonreímos a menudo para expresar disfrute y satisfacción y no depende de la cultura a la que pertenezcamos. Así pues, una vez más, olvidémonos de las excusas.

  • Dependiendo de la cultura, se identifica más la sonrisa con las boca o con los ojos.

Un innovador estudio realizado con emoticonos ha puesto sobre la mesa nuevos hallazgos en la diferencia en la percepción de la sonrisa entre occidentales y orientales. Mientras los europeos y los americanos localizan la expresión en la boca 😉 o ;( los japoneses la localizan en los ojos ^_^ o ;_;

  • Nos cuesta fruncir el ceño a una persona que nos sonríe.

Un estudio sueco realizado en Uppsala University que estudiaba las reacciones automáticas y controladas de las expresiones faciales, presentó a los participantes diferentes caras que mostraban expresiones faciales positivas y negativas mientras se les pedía que trataran de mantenerse neutros (que no sonrieran ni fruncieran el ceño). Los resultados mostraron que cuando una persona veía una cara sonriente era más propensa a sonreír que cuando le mostraban una cara con el ceño fruncido.  La sonrisa es evolutivamente contagiosa y si no, recordemos cuando éramos niños y jugábamos a mirarnos a la cara y a ver quién aguantaba antes en perder la sonrisa. Es todo un desafío a nuestro propio cerebro.

  • La sonrisa genuina es difícil de fingir.

Las sonrisas genuinas, aquellas que combinan la sonrisa de los labios con la de los ojos, son difíciles de imitar. Ekman y Freisen realizaron un estudio en 1988 en el que dividieron a un grupo de enfermeras en dos grupos a los que se presentó un vídeo desagradable y uno agradable. Se instruyó ambos grupos para que, tras la visualización del vídeo, afrontaran una entrevista grabada sosteniendo que el vídeo proyectado había sido agradable (es decir, un grupo debía mentir y un grupo debía decir la verdad). El análisis demostró que comparando las grabaciones, el grupo que mentía mostraba menos sonrisas genuinas que el grupo que decía la verdad.

  • Sonreír nos hace sentir mejor.

Parece obvio pero no lo es. La sonrisa en muchas ocasiones es el resultado de un estado de bienestar o placer, pero en otros casos el simple hecho de sonreír nos hace sentir mejor. Aunque nuestro sentido común conozca esta teoría, la ciencia le puso un nombre hace ya algunos años cuando Charles Darwin enunció la hipótesis del feedback facial. Bien los avances de la neurociencia han revelado que Darwin, una vez más, tenía razón. Esto nos explica por qué es beneficioso hacer sonreír a alguien que no está pasando por un buen momento y aún más interesante, cuando estamos mal nosotros, cambiar nuestra sonrisa y nuestra postura corporal nos ayuda a transformar nuestras emociones.

  • La sonrisa tiene múltiples usos.

Además de la sonrisa genuina, Ekman describió otros 17 tipos de sonrisas, utilizadas cuando las personas se encuentran flirteando, mintiendo, o se sienten atemorizadas. Además, el estudio con chimpancés ha revelado que unas veces sonríen por placer, otras cuando juegan con otros y otras cuando tratan de establecer o de fortalecer un vínculo social. En otras ocasiones lo hacen para mostrar su poder y superioridad. El Dr. Niedenthal y su equipo están desarrollando un nuevo modelo en el que conciben la sonrisa no como una mera expresión de un sentimiento interno, sino como la parte visible de un mecanismo de unión entre dos mentes.

  • Tanto hombres como mujeres sostienen que las mujeres sonríen más a menudo.

Un punto curioso, según defiende la científica LaFrance, es que las situaciones embarazosas o socialmente tensas llevan a las mujeres a sonreír más que a los hombres, sin embargo, las situaciones felices o tristes no lo hacen. La sonrisa tiene un uso muy ligado a las relaciones sociales. Tanto hombres como mujeres tenemos la capacidad de producir sonrisas genuinas, sin embargo los hombres afirman sonreír menos que las mujeres y ambos sexos creen que esto es cierto.

  • La sonrisa de otros nos hace sentir mejor.

Pero hay más, la simple sonrisa de otra persona nos hace sentir mejor a nosotros. Un estudio llevado a cabo con técnicas de neuroimagen ha demostrado que la sonrisa de otra persona activa nuestro propio circuito de recompensa. Por ello es tan importante para las personas que pasan por un mal trago estén en compañía de personas y que estas les sonrían de un modo amable y genuino. Si además, son capaces de utilizar el sentido del humor, aún nos podrían ayudar más.

¿La buena noticia del día? Nacemos sonriendo. Las técnicas 3D de ultrasonido han demostrado que desde somos fetos sonreímos mientras nos desarrollamos dentro del vientre materno. Cuando nacemos continuamos sonriendo, especialmente mientras dormimos. Incluso los bebés ciegos sonríen cuando escuchan una voz humana. La sonrisa es una de las muestras de expresión biológicas comunes entre todos los humanos. Los bebés de 10 meses interpretan las expresiones faciales con excepcional precisión y son capaces de sonreír selectivamente ofreciendo una sonrisa educada a un extraño y reservando la sonrisa genuina para su madre. La sonrisa comienza siendo más amplia y se reduce con la edad. Así pues, nacemos sonriendo, lo que tenemos que hacer es trabajar para no perderla e incluso, para ayudar a otros a desarrollarla.

Fórmula:

La sonrisa es el pegamento social y además, nos ayuda a ser más longevos y a cambiar las emociones.

Recetas:

  1. ¿Eres una persona risueña? Indaga en lo que dice tu entorno.
  2. En un momento en el que estés mal, acuérdate de sonreír. El mero gesto comienza a activar emociones positivas en tu cerebro.
  3. Y si quieres ayudar a alguien, ya sabes, una sonrisa genuina es un gran pegamento social.

Autor: PILAR JERICÓ

Fuente: El País

La risa, positivamente contagiosa

Estudio: La risa es realmente contagiosa.

Por Andrea Thompson, LIVE SCIENCE

Si ves a dos personas reírse de un chiste que no alcanzaste a escuchar, las probabilidades son que sonreirás de todas formas, aunque no te des cuenta de ello.

De acuerdo a un nuevo estudio, la risa es realmente contagiosa: el cerebro responde al sonido de la risa y prepara los músculos de la cara para incorporarse al júbilo.

“Parece absolutamente verdadero el dicho ‘ríe y todo el mundo reirá contigo”, afirma Sophie Scott, neurocientífico en University College London. “Sabemos desde hace un tiempo que cuando hablamos con alguna otra persona, frecuentemente “espejeamos” su comportamiento, copiando sus palabras e imitando sus gestos. Ahora hemos demostrado que la misma situación parece aplicarse a la risa también, al menos a nivel del cerebro.”

El enfoque positivo:

Scott y colaboradores, reprodujeron una serie de sonidos a un grupo de voluntarios y midieron las respuestas de su cerebro en un escáner de resonancia magnética. Algunos de los sonidos, tales como risas o clamores triunfales, fueron positivos, mientras que otros, tales como gritos o jadeos, fueron negativos. Todos los sonidos desencadenaron respuestas en la región cortical premotora del cerebro, la cual prepara a los músculos de la cara para moverse en correspondencia al sonido escuchado.

La respuesta fue mucho más alta para los sonidos positivos, sugiriendo que son más contagiosos que los sonidos negativos, lo cual podría explicar nuestras sonrisas involuntarias cuando vemos o escuchamos a otras personas riendo.

El equipo de investigación también estudió el movimiento de los músculos faciales cuando los sonidos fueron ejecutados y se encontró que las personas tienden a sonreír cuando escuchan risas, pero no encontraron expresiones en las personas que escuchaban jadeos. Ella atribuye esta respuesta al deseo de evitar emociones y sonidos negativos.

¿Más antiguo que el lenguaje?

Lo contagioso de las emociones positivas puede ser considerado un factor social importante de acuerdo a la investigadora. Algunos científicos piensan que nuestros ancestros probablemente reían en grupo, mucho antes de poder hablar y probablemente, la risa fue un precursor del lenguaje.

“Usualmente encontramos emociones positivas tales como risas y vítores, en situaciones de grupo, como por ejemplo, al ver un programa televisivo de comedia con la familia o un juego de fútbol con amigos” dice Scott. “Esta respuesta en el cerebro, detona automáticamente en nosotros, una sonrisa o una carcajada, y provee de una forma de imitar el comportamiento de otras personas, lo cual a su vez nos ayuda a interactuar socialmente. Esto podría desarrollar un rol importante en la construcción de relaciones entre individuos de un grupo”.

Scott y su equipo estudiarán eventualmente respuestas emocionales en el cerebro de personas con autismo, quienes presentan dificultades en sus procesos sociales y emocionales, con el fin de entender esta enfermedad y por qué las personas que la sufren no imitan las emociones de otras personas.

Traducido por Nathan Mansbach R.


Fuente

Artículo Original

Risa del Corazón

Eres un ser humano capaz de reír, hazte consciente de ello.

La risa es la expresión de tu verdad más profunda, más antigua, más eterna, es la expresión de la Alegría y la Dicha que eres por derecho divino.

La risa es el sonido del Alma, es una comunicación elevada, es una comunicación celestial que armoniza a quien ríe y a quienes le rodean.

Cuando ríes eres genuino y autentico, inocente. Cuando reímos juntos nos unimos en un canto universal.

Reír deliberadamente es un acto de valentía, de rebelión, de libertad, es un acto en favor de la Paz.

No dejes la tu risa al azar, pon risa consciente y deliberada en tu vida, cada día.

La risa es sonido, es vibración, cambia y eleva tu energía de forma rápida y efectiva.

En el cotidiano vivir, busca la risa interna, la sonrisa de tu corazón, la alegría de tu alma, no te apagues en los grises, no te atrapes en los pesares, pon una sonrisa y una actitud jovial, alegre y vital a todos los momentos de tu día, enciende los colores de la vida, Deja que tu Alma te muestre la alegría que te es innata, la alegría de vivir y ¡vive!

Reír es mucho más que un acto sonoro, es una actitud en la vida, es un compromiso, una responsabilidad y un privilegio, ¡úsalo!

Que tu vida se llene de felicidad, alegría y bienestar.

Natividad Martín

La importancia de la risa y la sonrisa

Reírse es un acto instintivo, natural y hasta beneficioso para la salud. Diversos estudios han confirmado que la risa es buena en diversos aspectos: desde la mejora de la circulación sanguínea hasta como terapia contra la diabetes o el colesterol. Tal es su importancia que decenas de investigaciones han analizado su importancia no solo a nivel médico, sino también en otros aspectos científicos. ¿Por qué mostramos los dientes cuando lo hacemos? ¿Se hereda la forma de reír o está condicionada por factores culturales? ¿Por qué los humanos sonreímos para expresar satisfacción?

En 2011, se llevó a cabo un curioso estudio sobre la influencia de la risa en el sistema circulatorio. Tras estudiar a 300 personas el profesor de Medicina de la Universidad de Maryland, Michael Miller comprobó que con las películas estresantes los vasos sanguíneos se contraen reduciendo el flujo. Por el contrario, visualizando comedias aumentaba el diámetro de los vasos y llegaba más sangre y oxígeno a los órganos y tejidos. Este es solo un ejemplo experimental de cómo afecta el buen humor y la sonrisa al cuerpo humano. Otras investigaciones han comprobado que tratamientos de risoterapia, incluso de menos de una hora al día, resultaban positivas para personas con el colesterol alto o que sufrían diabetes. Y es que como afirma el psicólogo de la Universidad Wisconsin-Madison, Robert McGrath, “Tras reírnos, hay un breve período durante el cual la presión sanguínea baja y el corazón se desacelera“, lo que afecta a todo el cuerpo en general.

Pero el estudio de la risa supera las barreras de la medicina y se ha adentrado en otros campos científicos. Recientemente un estudio inglés ha investigado la razón por la que enseñamos los dientes cuando nos reímos. Según los investigadores los gorilas sonríen cuando juegan como señal de amistad, explicándoles al resto de compañeros, con el simple gesto de mostrar los dientes, que no tienen intención de atacarles. Este tipo de conductas explicarían el origen de nuestra actual sonrisa y del hecho de que mostremos los dientes cuando nos reímos.

Hoy por hoy la sonrisa es uno de los rasgos distintivos de los humanos más importantes. De hecho los cánones de belleza más extendidos tienen, en muchos casos como protagonista una sonrisa blanca y con los dientes perfectamente alineados. Alrededor de esta idea las marcas de dentífricos han desarrollado diversas líneas de productos ya no solo basadas en las capacidades de limpieza de los mismos, sino en su poder de blanqueamiento. Tanto es así que incluso campañas de marketing, están centradas en la sonrisa y la belleza de los dientes.


Felices sonrisas

¡Feliz Navidad!

Estamos plenamente inmersos en fechas llenas de simbolismo, significado y celebración.

Son momentos muy propicios para dejar atrás el lastre y darnos nuevas posibilidades.

Te propongo que si aún no lo has hecho comiences este año un camino de vida, reflejando y repartiendo a cada paso Alegría y Felicidad.

Soy partidaria de que cualquier momento es bueno.

Soy defensora incansable de celebrar la vida a cada momento, de vivir en una eterna, y continua celebración.

No hay tiempo, solo hay ahora. El tiempo se acaba, en el ahora nace la eternidad.

¡Y de nacer va la Navidad! ¡Celebra tu nacimiento, celebra tu vida, Celebra!

¡De lo que te hablo es de un estado interno de Celebración! Que ya está dentro de ti y que clama en tu interior por expresarse, por mostrarse.

Este Año te invito a Celebrar, a compartir, a sonreír, y es que con un gesto tan pequeño como puede parecer una sonrisa se pueden iniciar grandes cambios.

¡¿Te animas a compartir sonrisas?!

¡Yo ya he empezado!

Feliz Navidad * Feliz 2016

Feliz Vida * Feliz Instante * Feliz Presente

Natividad Martín Fernández