Cuando permites que sea tu corazón el que rija tu vida, este te aporta una calma luminosa y equilibrada.
Habitualmente se vive desde la mente, todo es intelectual, conceptual, mental, racional … La mente se vuelve a menudo un almacén de ruido, caos, alboroto.
En un principio cuando me hice este propósito era más un vivir con el corazón, poco a poco voy cambiando ese con por un desde para “vivir desde el corazón”,es un pequeño matiz, pero para mí lo cambio todo.
Al comienzo trataba de poner mi mente en el corazón, pero seguía estando en la mente.
Para mí el quid de la cuestión es, en lugar de pensarme con el corazón, sentirme desde el corazón. Me ayuda ponerme la mano en el pecho, respirar, serenarme y enseguida comienzo a sentir su energía y esta lo inunda todo, calma mi mente, mis inquietudes, mi abarrotamiento mental, me infunde calor, en todos los sentidos interno y también externo, me inspira confianza, percibiendo la vida desde la perspectiva del corazón, me armonizo y me siento en Paz.
Cuando el centro desde el que gobernamos nuestra vida está en el corazón, todo se vuelve más claro, la vida se ralentiza en cierto modo, surge una comprensión profunda y serena de todo lo que sucede, el pensamiento puede ponerse al servicio de esa energía, de la Sabiduría Infinita.
Vivir desde el corazón, va más allá del órgano físico, es vivir desde una perspectiva amorosa, espiritual y eterna. Es vivir con y en comprensión, compasión y coherencia.
Cuando habla tu corazón la mente escucha, se silencia, se apacigua, se vacía.
Nuestro corazón es el centro del centro, y desde ese lugar, todo fluye, todo se acomoda.
Múdate, ve a vivir a tu corazón.
Mensaje Canalizado por Natividad Martín desde los Registros Akashicos.